Que alguien me lo explique. Alguno de esos 33 espectadores
de cada 100 que se congregan ante el televisor ante un bodrio que se llama La
Voz. Quién puede soportar noche tras noche un formato tan aburrido, tan
repetitivo, con tan poca gracia, con un Bisbal insufrible, una Rosario que va
en bragas, una Malú alelada y un Melendi sabelotodo que se plancha el pelo. Dicen
siempre lo mismo los familiares que animan, los que cantan por su oportunidad,
los que juzgan a golpe de pulsador, “venga, bonita, ánimo…”; “vente conmigo, no, conmigo...”. Lloran
igual, se abrazan con la misma cantinela… Visto un programa, y no me alcanza la
paciencia a tanto, vistos todos.
Esto será más difícil aún de explicar: Que no. Que un jefe o un
compañero te meta mano, te haga proposiciones cochinas o te dé besitos en vez
de un correcto buenos días cada mañana no es acoso sexual. No, qué va. Para un
juez de la Audiencia Provincial de Madrid, otro cachondo mental, son en todo
caso abusos, una formalidad jurídica que provoca que el farmacéutico que vivió
persiguiendo a dos de sus empleadas sin descanso del mostrador a la trastienda
se libre de la condena y se vaya de rositas a dispensar más ibuprofeno. Y que
le quiten lo bailao, que sale de los juzgados habiéndose puesto las botas con
dos subordinadas hasta el moño de soportar su desvarío y con la palmadita de un
magistrado: ¡machote!
Solo faltaba que el sheriff de Coslada se reincorporara a la Policía... Pues ahí le tienes. Menudo país de tarados.
en este no estoy de acuerdo....a mi me gusta...ese momento en que no sabes si van a pulsar o no ....engancha... a ver si ya empiezan con ensayos y se cambian de ropa, que ya 3 semanas con la misma ropa huele un poco.
ResponderEliminarSilvi