¿Qué les parece? No hace mucho el señorito anunciaba que
estaba triste y todos los madridistas contuvieron el aliento y cruzaron los
dedos. Brotaron los rumores como setas en tierra húmeda y no había tertuliano
de radio, bar u oficina que no opinara de las penas de Cristiano Ronaldo y ese chantaje
tan burdo contra lo único que mantiene en estos tiempos la pasión viva: el fútbol. Unos le enseñaban la puerta, otros rezaban a los santos y unos pocos
sacaban la hucha… por si hubiera que contribuir con el club de Florentino para
pegarle la camiseta a la piel. La tormenta escampó, alguien le pasó la mano por
el lomo o la chequera por los ojos y el portugués siguió siendo el chulo de
antaño, pero cerró el pico. Ahora nos sale con que busca un asesor. Está
preocupado por su imagen. Algunos reirán, yo le prepararía una colleja a la
salida del entrenamiento. Si alguien quiere hacerle un favor, que sea sincero:
cambiar la percepción de él es tan difícil como que Irina se ponga cuello
vuelto.


Hoy es un día en que descubrir que las emblemáticas aceras
de Nueva York pueden estar invadidas por trincheras de sacos de arena y la
ciudad entera, zarandeada por un huracán y a oscuras. Como cantaba Travolta: Sandy, can you see, I’m in misery. También
es un día para que todas saquen esas espantosas botas de agua, indicadas para
barrizales con gorrinos, aunque solo estén prescritas para las jornadas de
sol. Por llevar la contraria y porque la moda es así de cruel.
Totalmente de acuerdo, no sabe sonreír lo cual no deja de darme mucha pena, con lo bonito que es sonreír....y comer!
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